Churriguería surge de un término muy barroco: el churrigueresco. Una etapa en México que se caracteriza por la ornamentación de las formas. Concepto que trasladamos a un entorno contemporáneo.
Es un lugar amigo creado para la familia Almozero, bajo la premisa de ser una marca especializada de uno de sus productos estrella: el tradicional churro. Como producto lleva más de 15 años en el mercado, pero la Churriguería quiere reconocerlo como un activador de momentos felices que logre trascender en la comida urbana poblana.
Churriguería surge de un término muy barroco: el churrigueresco. Una etapa en México que se caracteriza por la ornamentación de las formas. Concepto que trasladamos a un entorno contemporáneo.
La mejor forma de rendir tributo a este legado gastronómico era retomar elementos de la cultural mexicana en la que se forjó y vertirlos en una identidad única y de gran personalidad.
La letra logotípica se caracteriza por una sutil ornamentación y trazos finos que resultan en una marca de mucho carácter. Se acompaña de una tipografía display muy robusta que funciona como un recurso secundario para comunicar nuestros mensajes más importantes y generar un tono de voz memorable.
La Churriguería es un lugar confortante que captura elementos clásicos del folclor mexicano para revelarlos en una marca moderna y extrovertida que le habla de forma cercana al público. Uno de los elementos más importantes que evoca “tradición” son los dichos populares, que acompañados de un estilo tipográfico memorable construyen una imagen lúdica.